Después de numerosos estudios, equipos científicos sanitarios han conseguido dar en España con un fármaco a base de vitamina D (calcifediol) con la capacidad de hacer frente al Covid-19. Es un tratamiento que reduce los ingresos en UCI y reduce los fallecimientos de pacientes afectados por el virus.
Y es que la vitamina D es un micronutriente que ha alcanzado una importancia capital durante la pandemia del Covid-19, que precisamente ha puesto de manifiesto la deficiencia de este elemento nutritivo entre la mayoría de la población.
Una de las paradojas que plantea la vitamina D es la dificultad que encontramos los seres humanos para incorporarla al organismo, existiendo dos principales vías de obtención de la vitamina D: El sol y la alimentación.
Por un lado, mediante la exposición a los rayos ultravioletas del sol, la piel tiene la capacidad de fabricar vitamina D por sí sola. En determinadas épocas del año, como invierno u otoño las personas suelen presentar niveles más bajos de este micronutriente en el organismo.
La vitamina D y la alimentación
La alimentación es otro de los medios por el que las personas podemos mantener o aumentar los niveles de vitamina D. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con otros micronutrientes, la vitamina D no se encuentra en una gran cantidad de alimentos. La podemos encontrar en diferentes variedades de pescados azules, hongos, productos lácteos, yogur natural, aguacate o yema de huevo.
Según los expertos en nutrición, los seres humanos debemos consumir al día una cantidad concreta de vitamina D. En este sentido, el Instituto Nacional de los Estados Unidos establece una guía de la dosis suficiente que necesita cada persona de forma diaria:
Etapa de la vida Cantidad recomendada
Bebés hasta los 12 meses de edad 10 mcg (400 UI)
Niños de 1 a 13 años de edad 15 mcg (600 UI)
Adolescentes de 14 a 18 años de edad 15 mcg (600 UI)
Adultos de 19 a 70 años de edad 15 mcg (600 UI)
Adultos mayores de 71 años de edad 20 mcg (800 UI)
Mujeres embarazadas y en período de lactancia 15 mcg (600 UI)
Huevos: una fuente de vitamina D
Uno de los alimentos más adecuados para aumentar los niveles de vitamina D son los huevos. Se trata de uno de los alimentos más antiguos del mundo y que seguimos consumiendo con asiduidad en la actualidad. Además, es un producto al que pueden acceder personas de cualquier clase.
Concretamente, la parte del huevo que aporta vitamina D es la yema; que además también aporta al organismo diferentes cantidades de omega 3, vitamina A, vitamina E y vitamina B12. Es un alimento que aporta energía al ser humano por su contenido en proteínas.
En España las personas consumen un promedio de 270 huevos al año. Y es que es un alimento que ofrece multitud de posibilidades culinarias. Incluso, muchas personas acostumbran a consumir un huevo crudo en ayunas para afrontar el día con energía.
Así, para aumentar los niveles de vitamina D lo más adecuado es consumir la yema del huevo. Es la parte donde se acumulan todos los micronutrientes y elementos esenciales para la salud. Por cada 100 gramos de huevo incorporamos 87 IU de vitamina D.
¿Cuanta vitamina D tiene un huevo?
En promedio de 2 huevos contiene 8.2 mcg de vitamina D, una porción sustancial de la ingesta dietética recomendada de vitamina D, lo que los convierte en una gran adición a la dieta para apoyar la ingesta de niveles adecuados de este vital vitamina.
Niveles de vitamina D en España
Según varios estudios realizados en España, más del 50% de la población presenta déficit de vitamina D. Un porcentaje que sube hasta el 60% en mujeres embarazadas y hasta el 80% en personas de avanzada edad, que precisamente han sido las más afectadas por el Covid-19.
Por suerte, pronto llegarán los meses de primavera y verano, periodos del año donde las personas tienden a consumir mayor cantidad de rayos de sol, viéndose directamente reflejado en un aumento de la vitamina D. Pero además, si no quieres depender del sol puedes incorporar este micronutrientes a través de un alimento tradicional como la yema de huevo.
