El multimillonario Amancio Ortega prefiere los huevos ecológicos y gallegos (que por cierto son considerados los más caros del mundo)
Uno de los hombres más ricos del mundo apuesta por uno de los productos más caros del mundo.
Aprovechando uno de los eventos que el Snow Club Gourmet en estación de esquí andorrana de Grandvalira, Sueiro ha hablado de este producto estrella que ha conquistado al dueño del imperio Inditex y a chefs de la altura de Martín Berasategui. David Sueiro, que defiende su apuesta personal por estos huevos ecológicos criados en Vila de Cruces (Pontevedra) y que reconoce que son “los más caros del mundo“.
David Sueiro ha expresado ante el público las explicaciones sobre sus productos y ha asegurado que tanto Martin Berasategui como Amancio Ortega son dos enamorados de los huevos ecológicos.
Amancio Ortega da de comer huevos ecológicos en las sedes de Inditex
Ecológicos y gallegos, así son los huevos favoritos de Amancio Ortega, o al menos los que el mismo ha pedido que se sirvan en el comedor del grupo Inditex por su calidad. Así lo cuenta David Sueiro, responsable de la firma Galo Celta.
Martin Berasategui paga dos euros por cada huevo y los incorpora a su menú de alta cocina y el segundo ha incorporado huevos ecológicos en los comedores de las sedes de Inditex, que alimentan a cerca de 10.000 empleados.
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David Sueiro se declara “orgulloso” de su trabajo, relata que tiene la producción vendida “a años vista” y detalla que sus gallos no se venden al menos hasta el séptimo mes de vida, “mientras que la mayoría lo hacen en veintiún días”.
Admite que “el precio es una barrera”, pero considera que su empresa “honra el producto de la tierra” y considera que Grandvalira le abre un mercado que combina ocio y salud.
Sueiro huye de la contaminación de producciones de este tipo y manifiesta que “si produces de manera industrializada contaminas”, por lo que sus corrales son móviles y evitan así una sobreexplotación del medio.
Otra advertencia es la de que estos huevos provienen de gallinas que tienen al menos dieciocho meses, “porque a partir de ahí tienen mucha menos agua y son más untuosos, así era siempre hace tiempo”, tras lo que añade que “hay gente que no come carne, pero sí esto”.
Galo Celta, que exporta a Japón y a diferentes países del centro de Europa, cuenta como clientes con tiendas especializadas y restaurantes de alta gastronomía.
FUENTE: La Nueva España